POR QUÉ NECESITAS VER MÁS ALLÁ
Por Fabián Ruiz |
Un niño pequeño realizaba un dibujo. Cuando su mamá se acercó le preguntó: "¿Qué estás dibujando?" El niño con gran emoción dijo: "Estoy dibujando a Dios. ¡Me está saliendo igualito!
"Eso es imposible, hijo, nadie ha visto a Dios." Trató de corregir la madre. Pero el niño rápidamente contesto: "No te preocupes mami, ¡cuando yo termine lo verán!"
De eso se trata creer: La capacidad de ver cosas que nadie ha visto, pero sucederán. Como dice nuestro texto clave:
"Ahora bien, la fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve." He 11:1 (NVI)
En este sentido, creer es una habilidad que necesitamos desarrollar.
¿POR QUÉ ES TAN IMPORTANTE APRENDER A VER MÁS ALLÁ?
1. LO QUE SE VE AQUÍ, NO ES TODO LO QUE HAY.
Y la fe es el desafío de descubrirlo. Es escapar de un presente irreversible, de limitaciones insalvables, de ciclos de derrotas inevitables, de una mediocridad insuperable. Creer es proyectarse más allá de un presente que se ve para conquistar un futuro que todavía no se ve, pero que por el poder y el amor de Dios ocurrirá. Creer sin límites es tu decisión de ver más allá, un futuro mejor, una decisión sostenida por la convicción de la bondad de Dios.
El apóstol Pablo recuerda a los cristianos en Corinto:
"Como se dice en la Escritura: "Dios ha preparado para los que lo aman cosas que nadie ha visto ni oído, y ni siquiera pensado." 1 Corintios 2:9 (DHH)
Y si Dios las preparó ¡Es para que las descubras!
2. LO QUE VEMOS HOY ES MUCHAS VECES UNA IMAGEN LIMITADA.
El apóstol Pablo escribió:
"Vivimos por fe, no por vista." 2Co 5:7
Lo opuesto a la fe es andar por vista. Es el error de permitir que lo que veo hoy condicione un futuro que está por verse.
¿Por qué esto es un error? Entre otras cosas, porque lo que creemos ver de nuestro presente muchas veces ni siquiera es realidad.
Por ejemplo, te han dicho que no eres suficientemente fuerte, que no eres lo suficientemente inteligente, que no tienes la belleza que un hombre busca, que no se puede hacer, que nadie te ayudará, etc. Mucho de todo eso son puras mentiras que, cuando las das por verdad, sepultan tu destino.
Hay una tercera razón:
3. LO QUE VES EN TU FUTURO DIRIGIRÁ TU VIDA.
La manera en que hoy ves tu futuro determina cómo llegará a ser este.
Si eres joven, y te ves en el futuro como un gran deportista, comenzarás a prepararte, a entregarte, a cuidarte, y verás muchas las chances de lograrlo. Pero si tu timidez, o un menosprecio te impiden verte hoy lográndolo, no entrenarás, no te cuidarás, ni siquiera lo intentarás y nada ocurrirá.
Si eres una señorita y hoy te ves en el futuro casada y formando una bella familia, te cuidarás, te vestirás buscando atraer la atención de un buen muchacho, te sentirás confiada para conversar, reír y bailar. Pero si por causa de ciertos aspectos de tu apariencia física, cosas que ves en el espejo, comienzas a dudar que alguien se fije en ti, tendrás serias dificultades para comenzar relaciones y eso puede llegar a estropear todo lo bueno que había para vos.
Si eres un trabajador y te ves capaz de hacer cosas mucho más importantes, capaz de poner en marcha tu propio emprendimiento, comenzarás a capacitarte, te esforzarás para empezar a ahorrar un capital y llegado el momento te lanzarás a tu empresa. Pero si la economía del país tal como se ve, te intimida y te impide ver tu superación, no te capacitarás, no ahorrarás, no lo intentarás, no lo lograrás.
¡Cómo te ves, te prepara para cómo te verás!
¿Entiendes cuán importante es la manera en que te ves? ¿Entiendes cuán importante es la manera en que eliges ver tu futuro? Creer sin límites es la capacidad que Dios te da, sanando con colirio tus ojos, de ver lo que hasta ahora no has podido ver.
Te invito que comiences a ver lo que no se ve. En tu vida, tu vocación, tus relaciones, tus negocios. Deja que el espíritu de Dios revelé sus planes para vos. ¿Cómo lo haces?
¡Expande tu imaginación en el poder del Espíritu de Dios!
Si imaginar es hacerse una imagen de cosas que todavía no existen, fe es expandir tu imaginación, comenzar a hacerte una imagen de lo que será tu vida en los próximos años. Anímate en este momento a dibujar en tu mente el retrato de la persona en que te convertirás en el futuro. Y cuando lo hagas no seas escaso, no te quedes corto, extiéndete a cosas tan grandes como los grandes planes de Dios para tu vida.
Mi sincera oración es que podamos ser personas de fe. Una generación de hombres y mujeres de fe que honren a un Dios grande emprendiendo grandes cosas para Él. Te invito que puedas mirar tu futuro y ver las cosas grandes y maravillosas que Dios hará por ti. Elige ser un visionario, alguien capaz de ver lo que nadie puede ver, y ¡lanzarte a conquistarlo!