Hay una gran diferencia entre ser simplemente un asistente de la Alameda y llegar a ser miembro, y todo comienza con tu decisión.
Todos los fines de semana nuestra casa está abierta para todos y nos alegra mucho ver tantos nuevos amigos llegar a cada encuentro. Pero tengo algo que decirte: ¡Hay más que eso! Dar pasos en la Alameda es una aventura que te llevará a:
- Obtener una familia de fe.
- Descubrir tus capacidades únicas
- Establecer la base de una vida de influencia.
- Hacer, junto con otros, la diferencia.
Y todo comienza con un gran paso: Pertenecer.
Cinco beneficios de ser miembro.
Las Escrituras nos señalan cinco beneficios que obtener cuando das el paso de ser miembro de una comunidad de fe:
1) Me identifica como un creyente genuino.
El verdadero movimiento de Jesús no tiene nada que ver con el individualismo moderno. El plan de Jesús no son personas aisladas, sino una familia, una comunidad, un pueblo. No podés agradar a Dios y mantenerte lejos de su familia. (Efesios 2:19; Romanos 12:5)
2) Me provee de una familia para apoyarme y animarme.
Nadie es tan fuerte como para no necesitar ayuda de otros. Jesús mismo recurrió a sus amigos en la hora dura de la cruz. Sin embargo, esta es la clave: Él había dedicado tres años a cultivar esas amistades. No esperes a estar en problemas para preguntarte quién puede acompañarme. Decidí comenzar ahora a sembrar grandes amistades. (Gálatas 6:1-2; Hebreos 10:24-25)
3) Me da un lugar para descubrir y usar mis capacidades para servir.
En este mundo muchas veces tenemos que conformarnos con trabajar de lo que se pueda. Pasamos horas en tareas que no coinciden con nuestra verdadera pasión y capacidad. La familia de Dios es el espacio de oportunidades para hacer lo que siempre soñaste: enseñar, cantar, organizar, ayudar. (1 Corintios 12:4-27)
4) Me coloca bajo la protección espiritual de líderes de Dios.
En la Alameda hay una gran red de hombres y mujeres que dedican sus vidas a ayudar a otros. Guías de grupos, líderes de comunidad y pastores. Personas con quienes podés contar para consejo, oración y orientación para tu vida. (Hebreos 13:17; Hechos 20:28-29)
5) Me ayuda a dar cuentas a otros y así poder crecer.
Todos sabemos muy bien que las promesas de cambio (En el área que sea: salud, carácter, hábitos, finanzas), cuando se enfrentan a solas, muchas veces quedan en la nada. Necesitamos compañeros/as de lucha a quien dar cuentas. De ida y vuelta. Son esas relaciones las que nos hacen crecer. (Efesios 5:21)
Todo esto está a la puerta de tu vida.
¿Todavía no diste este paso? ¿Querés hacerlo? Sumate entonces a la charla que ofreceré este domingo a las 17hs. en nuestro edificio de San Martin 2020.
Será una gran oportunidad para conocerte y conocer más de lo que Dios está haciendo en la Alameda, y la manera en que tu vida puede ser parte de todo ello.
Te espero.
Pr. Fabian.