Las marcas de un verdadero discípulo.
Por Abel Schwab |
¿A qué se debe la originalidad de Jesús? Un líder que, sin haber comandado un ejército, conquistado países, o edificado fortalezas, continúa siendo la persona más relevante de la historia. ¡El tiempo se divide entre antes y después de su nacimiento!
Su originalidad tiene que ver con su llamado:
“Mientras caminaba, Jesús vio a un hombre llamado Mateo sentado en su cabina de cobrador de impuestos. «Sígueme y sé mi discípulo», le dijo Jesús. Entonces Mateo se levantó y lo siguió." Mateo 9:9 (NTV)
Jesús no llamó a Mateo para darle una religión. Él lo escogió para invitarlo a que sea otra cosa, un discípulo apasionado y radical. Un líder con un carácter forjado. Este es el llamado original de Jesús. No es la invitación a profesar una religión más, sino a caminar con él como discípulos. Ahí está la radicalidad de su mensaje.
¿Cuáles son las marcas de un auténtico discípulo?
Te invito a reconocer estas marcas en tu vida:
1. Disfruto pasar tiempo con Jesús.
Jesús dijo:
"Todo el que quiera ser mi discípulo debe seguirme, porque mis siervos tienen que estar donde yo estoy. El Padre honrará a todo el que me sirva." Juan 12:26 (NTV)
Un verdadero seguidor anhela estar con su maestro. Y cuando hablamos de seguir a Jesús, no se trata de encontrarlo en un lugar, sino de buscarlo a través de un hábito: cultivar su presencia cada día. Como David describió:
“Dios, Dios mío eres tú; De madrugada te buscaré […] Para ver tu poder y tu gloria” Salmos 63:1-2 (RVR)
Un religioso se confirma con ir a un templo una vez a la semana. Pero el discípulo camina con Jesús todos los días Una búsqueda que te permite experimentar lo sobrenatural. ¿Cómo está tu vida devocional?
2. Amo a Jesús supremamente.
Jesús dijo algo loco:
"—El que quiera seguirme tiene que amarme más que a su padre, madre, esposa, hijos, hermanos o hermanas, y más que a su propia vida. De lo contrario, no podrá ser discípulo mío." Lucas 14:26 (BAD)
Esto significa que no podés amar a Jesús como quien ama el helado. Tenés que amarlo al 100% Porque un corazón dividido no funciona. Necesitás amar a Jesús con todo lo que sos:
"Amarás al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas”." Marcos 12:29-30 (NTV)
¿Cómo aprendo a amar a Jesús supremamente? Es simple: permitiendo que la Palabra de Dios transforme tu vida cada día:
"Jesús les dijo a los judíos que habían creído en él: –Si ustedes se mantienen fieles a mi palabra, serán de veras mis discípulos […] conocerán la verdad, y la verdad los hará libres." Juan 8:31-32 (DHH)
¿Amás a Dios más que cualquier otra cosa en esta vida?
Esta es la tercera marca. Veamos cómo nos va:
3. Amo a los demás discípulos.
Las religiones y filosofías de moda no hacen más que profundizar el aislamiento. Jesús siempre nos invita a comprender que el verdadero discipulado se vive en comunidad.
"El amor que tengan unos por otros será la prueba ante el mundo de que son mis discípulos»." Juan 13:35 (NTV)
¿Cómo está tu relación con otros discípulos? ¿Estás experimentando compañerismo real con otros creyentes? Juan, discípulo de Jesús escribió:
"Si no amamos a quienes podemos ver, ¿cómo vamos a amar a Dios, a quien no podemos ver?" 1 Juan 4:20 (NTV)
¿Estás utilizando los dones que Dios te dio para servir a su iglesia y extender el Reino de Dios? Porque ese fue el ejemplo que él nos dio. En su despedido de sus discípulos el hizo esto:
"Jesús se sentó y llamó a los doce discípulos y dijo: «Quien quiera ser el primero, debe tomar el último lugar y ser el sirviente de todos los demás»." Marcos 9:35 (NTV)
Como dijo una vez Teresa de Calcuta: el que no vino para servir, no sirve para vivir.
4- Comparto las buenas nuevas.
Mi abuela falleció poco antes de cumplir ochenta años. Su vida fue de total y absoluta entrega a Dios. Todavía recuerdo su rutina de cada mañana: regando las plantas mientras adoraba a Dios cantando los himnos de su infancia. Tuve el privilegio de escuchar sus últimas palabras, escondido tras una cortina que me separaba de su habitación. Ella se despidió de este mundo diciéndole a mi madre: "la vida es un suspiro, no pierdas el tiempo". Si tuvieras la oportunidad de planificar tus últimas palabras a tus seres queridos: ¿Que les dirías? En estos versículos vemos las últimas palabras de Jesús antes de ascender al cielo. ¿Qué te dijo Jesús antes de ascender al cielo? "ve y haz discípulos".
Hacer discípulos es mucho más que hablar a otros de Jesús. Hacer discípulos es un compromiso de largo plazo. Es llevar a una persona a los pies de Cristo y dedicarle parte de tu vida. Pablo conocía la importancia de esa misión, por eso escribió a sus discípulos de Galacia: "¡Oh mis hijos queridos! Siento como si volviera a sufrir dolores de parto por ustedes, y seguirán hasta que Cristo se forme por completo en sus vidas" (Gal 4:19 NTV). Hacer un discípulo es dedicar tiempo y esfuerzo para formar el carácter de Cristo en alguien más. Estar atento a sus necesidades. Enseñarle a buscar sabiduría en la Palabra de Dios. Ayudarles a comprender la dimensión espiritual de sus pruebas. ¿Estás invirtiendo tu vida para hacer un discípulo de Jesús? ¿Existe una persona que conoce y experimenta la presencia de Dios en su vida gracias a vos?
Lo que está en juego es grande. Es la opción entre una vida simplemente buena y una vida sorprendente. Como Jesús desafió:
“Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa y por el evangelio, la salvará. ¿De qué sirve ganar el mundo entero si se pierde la vida?" Marcos 8:35-36 (NVI)
Pr. Abel Schwab