LA DINÁMICA DE LA FE EN CINCO PALABRAS
Por Fabián Ruiz |
Dios tiene planes y propósito para tu vida. ¿Cómo estar seguro de cuál es? ¿De qué manera te extiende Dios la invitación a todos ellos? Esta es la clave: Colocando en tu corazón una palabra que enciende la fe. Para capturar esta verdad tan poderosa necesitas conectar cinco palabras: DIOS, CORAZÓN, PALABRA, FE, OBEDIENCIA.
Dejame explicarlo. Todo comienza con Dios. Él es Quien comienza y termina nuestra fe.
Nuestro DIOS no es mudo, como los dioses de madera, yeso u oro de este mundo. Él es el Dios viviente y le encanta hablar a sus hijos. De hecho, Él da vida a todas las cosas por medio de su palabra. De la misma manera, todo comienza en tu aventura con Dios, cuando Él te da una PALABRA, una promesa de cosas nuevas.
Ahora, cuando Dios desea hablarte, enviarte un mensaje, sabe dónde colocarlo. Tu CORAZÓN es la bandeja de entrada de los mensajes de Dios. Como Moisés advirtió y Pablo recuerda a los cristianos de Roma:
"La palabra está cerca de ti, en tu boca y en tu corazón." Esta palabra es el mensaje de fe que predicamos." Romanos 10:8 (DHH)
Es decir, no andes pensando que Dios es esquivo. Que para lograr escuchar su voz se tendría volver a abrir el Mar Rojo o Jesús descender del cielo. ¡No! Dios no juega a las escondidas o al silencio. Él se ocupa de sembrar sus promesas bien cerca, en lo profundo de tu alma.
Si. Esa pasión que sientes por cambiar la vida de los niños, ese sueño de montar una empresa que dé trabajo a muchos, ese deseo de ser pastor o misionero, esa visión de una ciudad mejor o simplemente de un final diferente para tu familia, no es un accidente. ¡Dios la ha puesto allí para despertarte a una vida de grandeza!
Dicho de otra manera: esa confianza que se levanta en tu interior de un futuro mejor, esa certeza de un milagro latente, es la evidencia invisible de hacia dónde Dios espera que avances en este momento. Entonces la FE no es algo que tú haces, es algo que Dios hace. Esa fe que arde en tu interior es un regalo de Dios.
"…han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios," Efesios 2:8 (NVI)
Por lo tanto, escucha a tu corazón, no menosprecies la fe que Dios ya ha puesto en él. ¡Esa confianza, esa certeza que se levanta en tu alma es el anticipo, la evidencia que la promesa sucederá!
"Es la fe anticipo de lo que se espera, prueba de realidades que no se ven." Hebreos 11:1 (SM)
Esa fe es la prueba final, la evidencia invisible de lo que Dios ya ha conseguido a tu favor en la cruz. No puedes verlo, pero puedes creerlo. Puedes creer por cosas que parecen imposibles, cosas que actualmente son intangibles, cosas que son tan grandes que parecen inconmensurables. Dios simplemente requiere que OBEDEZCAS esa fe y Él se encargará del resultado final.
En más de una oportunidad, la Biblia conecta fe y obediencia. (Hechos 6.7; Romanos 1.5 y 16.26) La obediencia es nuestra respuesta a la fe que surge de la promesa que Dios pone en nuestro corazón.
"Fue por la fe que Abraham obedeció cuando Dios lo llamó para que dejara su tierra y fuera a otra que él le daría por herencia. Se fue sin saber adónde iba." Hebreos 11:8 (NTV)
De la misma manera en que el mejor medicamento no te curará si no lo tomas, esta fe que arde en tu corazón no cambiará tu destino hasta que la obedezcas. Hasta que la pronuncies en tus labios, la publiques a los que rodean y le permitas impulsarte en pequeños pero transformadores pasos de cambio en tu vida.
¡Este es el tiempo oportuno! ¡Este es tu momento! Y si escuchas esta fe que te ha sido dada, y contra toda circunstancia adversa, das hoy un paso de obediencia, creo y declaro que todo lo que te ha atado hasta ahora está por romperse. Dios revelará una bondad que te hará olvidar todo el dolor que hasta ahora has vivido. De repente, Dios intervendrá y usará tu historia para que el mundo sepa que Su amor no ha cambiado, Su favor está disponible para todos. Él es nuestro Dios y nuestra esperanza.
Pr. Fabian